No seas cobarde!!
La cobardía es la falta de ánimo o de valor
para enfrentarse a un peligro o para soportar una desgracia. Las personas
cobardes son las que se asustan fácilmente. Se pueden considerar con un exceso
de prudencia tal, que son incapaces de encarar consecuencias.
La cobardía generalmente es vista con desprecio
en la mayoría de las culturas, mientras que lo contrario, el valor, se
recompensa y se anima.
“Una
de las mayores desgracias de las personas honestas es que son cobardes.”.
(François-Marie Arouet Voltaire).
Te achicas, sacas pecho delante de tu madre, tu
esposa e hija, te callas y jamás mantienes la mirada ante un hombre. Claro que
lo detestas, el hombre, es aquello que te gustaría ser por el pro y no por el
contra… para eso, ya tienes donde esconderte, las faldas de alguna mujer, que
los tendrá, los atributos, más grandes que los tuyos, o bien, detrás de alguien
que dé la cara por ti.
En general, el cobarde, es de género masculino,
y hasta hace pis de pié. Si ha podido, no por ideología o estar exento de ello,
ha evitado ir al servicio militar. Por ejemplo, para no tener que apearse de su
condición o por lo de aquello que en el ejército, el valor, se le supone.
Este individuo, que marca un estilo a
generaciones venideras, es el que defiende a coro, nunca es una primera voz,
los derechos… jamás asumen responsabilidades. Pero, tampoco, te lo dicen a la
cara, sería una valentía y eso, no va con ellos.
“El cobarde no es el que ignora lo que es
justo, sino el que, sabiéndolo, no lo realiza.”.
Ay
la cobardía!!
En realidad, su mayor desventaja es que no
permite a quien la posee asumir riesgos para obtener compensaciones. Sólo se
mueve en terreno firme y seguro. De esa manera también se obtienen cosas, pero
evidentemente menos que de la otra manera. Y también es un hecho que quienes
escribimos artículos o algún libro, debemos elegir casi siempre a valientes
(consumados o en ciernes) por protagonistas, porque un libro donde el personaje
central, por estar dominado por el miedo, no hace absolutamente nada, sería
desde luego aburrido hasta la exageración. Tan
cierto como que la Historia la hacen los valientes, no los cobardes.
La cobardía es solo una de las formas en la que
el título de ser un perdedor se refleja frente a ti y al cual si no vences, será
solo un peso más que soportar sobre tu espalda...
Cobardía es: no tener valor, ni coraje, ni
arrojo, ni brío, ni agallas, ni entereza, ni temple ni gallardía. Y la Valentía
es el antónimo de cobardía.
Ser o no ser un cobarde: afrontar la vida o
esconderse en ella. Asumir tus defectos, o diluirlos en los de los demás.
Conocer tus vicios y tus debilidades y luchar contra ellos, o vomitarlos a
otros, en una borrachera de megalomanía.
El
cobarde no afronta, no asume, no lucha. El cobarde vive en una realidad
paralela en la que el mundo ha de ir a él, y no él al mundo.
Solo, inseguro. Escondido tras falsos
superpoderes, el cobarde, en el fondo, sabe que lo es. Un dios con pies de
barro que nunca llegará a nada, si no se enfrenta a sí mismo. El cobarde calla,
mira a otro lado y huye de los demás, saltan las alarmas sociales si ha de
salir de su coraza, bajo la que se siente falsamente protegido. El miedo a lo
desconocido. A uno mismo. Ignorar todas sus capacidades.
Conocerse es siempre lo más difícil, porque es
lo que más asusta. Pero cuando vences el miedo, y abandonas la cobardía,
gratifica.
Eres tú. Te tienes. Con tus virtudes y tus
defectos. Con tus limitaciones. Y tenerse a uno mismo es lo mejor que nos puede
pasar. Libera. Hay quien fue un cobarde. Ya no.
“No
hay que temer a los que tienen otra opinión, sino a aquellos que tienen otra
opinión pero son demasiado cobardes para manifestarla.”
(Napoleón Bonaparte)
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