Los mayores, si son activos, viven más !!


"No paramos de ejercitarnos porque envejecemos, envejecemos porque paramos de ejercitarnos"(Dr. Kenneth Cooper)

Está comprobado y cualquier tipo de actividad física es buena. Según los resultados de un estudio, las personas de 70 o más años que realizan ejercicio presentan un menor riesgo de muerte que aquellas que prefieren quedarse en casa delante del televisor.



Aunque mucho se ha dicho de los beneficios de la actividad física, la mayoría de los estudios se centran en personas jóvenes o maduras y son menos las investigaciones que evaluan su efecto en los mayores. Además, los trabajos que han analizado el nivel de ejercicio se basan en cuestionarios a los participantes con el consiguiente sesgo que puede conllevar este tipo de análisis.

Investigadores del Instituto Nacional de Envejecimiento en Bethesda, Maryland (EEUU), han realizado un estudio en el que evalúan el gasto energético derivado de la actividad física mediante una técnica denominada agua doblemente marcada. Se trata de administrar agua con dos isótopos que luego se mezcla con el agua corporal y que posteriormente son eliminados a través de la orina. Al analizar las muestras de orina se puede medir el nivel de esos isótopos, y del dióxido de carbono que se produce, y calcular el consumo total de energía de cada sujeto.

El estudio, publicado en 'The Journal of American Medical Association' ('JAMA'), evaluó a 302 hombres y mujeres con una edad que oscilaba de los 70 a los 82 años. Se calculó la cantidad de calorías que cada sujeto quemaba como consecuencia de su nivel de actividad física, restando las que se consumen habitualmente debido al metabolismo del cuerpo en descanso.



A todos los participantes se les realizó cada semana un cuestionario para recoger datos sobre el tipo de ejercicio que realizaban y el tiempo que pasaban practicándolo. También se registró el peso, la altura y las enfermedades que les habían sido diagnosticadas.
Después de unos seis años de seguimiento, un 18,2% de los participantes había fallecido. La tasa de mortalidad fue del 12,1% para el grupo de los sujetos más activos comparada con el 24,7% para los más ociosos.

"Encontramos que por cada 287 kcal/día gastadas, hay aproximadamente un riesgo un 30% menor de muerte", afirman los autores del estudio que descartan que la diferencia observada en la tasa de mortalidad se deba a la presencia de alguna enfermedad, ya que el análisis controló ese dato.

Actividades de la vida diaria

Aunque la investigación no llegó a analizar el grado de actividad física, los sujetos que se encontraban en las categorías de mayor gasto energético eran más propensos a tener una jornada laboral o a subir dos pisos más de escaleras cada día que aquellos con un menor consumo energético. Según los autores, esto sugiere que cualquier actividad de la vida diaria influye en la suma final de calorías.

Un subanálisis concluyó que un mayor nivel de actividad física, y por tanto de gasto energético, es beneficioso para individuos con diversas enfermedades. Como se ha observado en trabajos anteriores la práctica de ejercicio se asocia con una disminución de los trastornos cardiacos, de la incidencia del cáncer y con un menor número de caídas.
"En conclusión, evaluamos el riesgo de mortalidad con una prueba objetiva y fiable de gasto energético relacionado con la actividad física que reveló una fuerte relación [...] Los esfuerzos que vayan dirigidos a aumentar o mantener ese nivel de ejercicio mejorarán la salud de los ancianos", finalizan los autores.

En un editorial, que publica también 'JAMA', Steven Blair y William Haskell, del Instituto Cooper, en Dallas, y la Universidad de Standford respectivamente (ambos en EEUU), alaban la metodología empleada aunque recomiendan realizar más estudios para corroborar los resultados. Las futuras investigaciones deberían emplear conjuntamente la prueba del agua doblemente marcada y otras tecnologías que permitan determinar la intensidad y la cantidad específica de ejercicio que se relaciona con unos buenos resultados de salud. Además, son necesarias "investigaciones adicionales sobre el componente genético y cómo se podría relacionar con la mortalidad".

 Por lo tanto, un poco de ejercicio, un paseo de una hora aproximadamente, sería un buen ejercicio y por otro lado, no sería tan arriesgado como una carrera u otro tipo de ejercicios. Para esos, habrá que consultar al médico de familia o de cabecera.

"El soberano vigorizador del cuerpo es el ejercicio, y de todos los ejercicios caminar es el mejor" (Thomas Jefferson)







Fuentes:
The Journal of American Medical Association ('JAMA')
Ángeles López
Ángel Corbalán

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